QUE NO MATEN LA VIDA EN PRIMAVERA

 

Que no maten la vida en primavera,

porque matar la vida en primavera

es fusilar el canto de una alondra,

es prohibirles a los rìos que corran

y a las mañas impedir que vuelvan.

Que no maten la vida en primavera,

que se detenga el hacha fratricida,

que se detenga el hacha y que la vida

vuelva a correr feliz por la pradera.

Que no maten la vida en primavera,

que las pistolas y las metralletas

se silencien, hermano y que florezcan

con una florescencia placentera.

Que no maten la vida en primavera,

que las palomas vuelvan a sus nidos

y que los criminales y los niños

jueguen a fusilar las escopetas.

Que no maten la vida en primavera,

que los torturadores y sicarios…

no sigan màs matando a sus hermanos

mientras la Patria se nos desintegra.

Que no maten la vida en primavera,

pues ya Colombia no soporta màs

el que nos el que nos levantemos a matar

y a ensangrentar la brisa mañanera.

Que no maten la vida en primavera,

porque la primavera es un camino

y un canto, una esperanza y un destino

y una luz que en el alma se nos queda.

Que no maten la vida en primavera,

que no nos maten màs, que nuestros hijos

crezcan sin que fatales asesinos

trunquen su crecimiento en primavera.

Que no maten la vida en primavera,

que se detenga el odio fratricida

y que la primavera y el verano

puedan ser lo que son sin que la mano

de un sicario se levante feroz para matarlos.

Que esta Colombia vuelva a ser Colombia,

un espacio en el alma y en el cosmos

para Ser y crecer - sin cortapisas –

donde sean y florezcan las sonrisas

y en donde sea posible a levantarse

a embriagarse los ojos de paisajes.

Que no maten la vida en primavera,

que el hierro de la muerte se detenga,

que el sol pueda alumbrar sin el peligro

de ser por un sicario eliminado,

que corra el agua sin temor alguno

y que el viento deambule por el mundo

sin que las metralletas lo acribillen

y las estrellas que en la noche brillen

no necesitan de ninguna escolta

y el árbol pueda proyectar sus hojas

y dar sus frutos, sin lo asesinen

los siniestros discìpulos del crimen.

Que no maten la vida en primavera

- ¡es tan feliz la vida y es tan bella! –

que la dejen correr por la pradera,

liberada del riesgo de ser muerta

por la boca letal de una escopeta.

Que no maten la vida en primavera,

ni en el verano claro, ni en otoño…

que la dejen mostrarse en el retoño

de la ilusiòn azul de la quimera…

Que no maten la vida en primavera,

que no nos asesinen, que no siga

esta horrenda y profunda pesadilla

de saber la que muerte nos acecha

por la espalda,

y que el futuro guarda

una cosecha

de hijos sin vida y de ataúdes negros,

que ya no caben en los cementerios.

Que no maten la vida en primavera,

que ya no sea la muerte la partera

de todo colombiano que amanece,

que haya un espacio para la esperanza,

que el campesino labre su labranza

como amasa su pan el panadero.

 

Que no maten la vida en primavera,

porque cuando la primavera se desangra…

por sus heridas se nos va la Patria,

lo poquito de patria que nos queda.

 

José Trino Campos

 

 

                                

 

   

ESTE ES UN DIA DE FIESTA

 ♠

Este es el día de fiesta más hermoso

de cuantos el Creador me haya otorgado:

no importa si está el cielo encapotado...

o si hay un horizonte luminoso;

Yo lo he de hacer frutal y prodigioso,

como si un riachuelito enajenado...

se hubiese-de la luna- enamorado,

bajo un silencio de algas en reposo...

♣ 

Lo escanciaré como se escancia el vino,

cuando es de amor el alma de camino

y el pie hacia las alturas se endereza.

No olvidaré que existen las espinas,

pero veré pasar las golondrinas,

mientras el sol anida en mi cabeza.

 

José Trino Campos

 

 

UN CANTO A FRANCIA

 ♠

Yo debo un canto a Francia.

¿ Quién que de veras sea no debe un canto a Francia?

Voy por los vericuetos de su geografía

palpando los latidos de su epidermis tibia.

Mis manos se apoderan del agua de sus ríos

y mis pies se apersonan de todos sus caminos.

La música de Francia me corre por las venas

Y por sus libertades se han roto mis cadenas.

El trigo de sus eras se hace pan en mi mesa

y no hay un sol más limpio que el sol de su grandeza.

Las tardes de mis días...son las tardes de Francia,

así como son suyas mis fugaces mañanas.

Es que Francia camina por las sendas del alma

y por los arroyuelos de mis altas montañas.

A veces me pregunto, cuando despunta el alba

y tremolan mis manos y mis ojos divagan:

¿ quién sembró en mis pupilas los viñedos de Francia

y azucaró las letras de ésta insigne palabra?

¿ Quién puso en mis crepúsculos la sombra de

las Galias,

por la que se dispersan la legiones romanas?

¿ Quién me enseñó el camino, por el que Carlo- magno,

la Europa de entonces sujetó a su caballo

y sobre las que fueran las ruinas del Imperio,

quiso asentar el sacro sostén de un Orden Nuevo?

Ahora, sobre el puente de la estrecha memoria,

-tendido sobre un río de caudalosa historia-

recorro los caminos que recorrió San Luis,

soñando con imperios, bajo la flor de lis.

Templarios-caballeros de la Cruz y la espada-

que libraron batallas por el honor de Francia

y un inmenso desfile de testas coronadas,

de trémulos pendones y trémulas palabras,

de dogmas y de cismas, de papas y aviñones;

de noches como aquella... de San Bartolomé

-hechas para que reine Catalina de Médicis-...

y otro Luis entre todos los que la Francia dio

-un sol entre los soles- “ el estado soy yo”...

y los “claros clarines” de la Revolución,

con el advenimiento de la diosa Razón.

Turbas amotinadas... toma de la Bastilla

-la muerte tuvo entonces por hoz la guillotina-.

De aquel caos siniestro, de aquella horrenda noche

nos quedan por herencia los DERECHOS DEL HOMBRE.

Luego vendrá el Imperio, con todos su esplendor.

Francia otra vez es grande, ¡ viva Napoleón.

Egipto, las pirámides, Austerlitz y Marengo.

Hazañas tras hazañas, para gloria del genio.

Y el ocaso, la tarde, Wuaterloo...la derrota;

Santa Helena, la entrada-para siempre en la historia.

ÿ Y después?... una larga sucesión de repúblicas

-con breves interregnos de monarquías oscuras-

pero la dulce Francia sabrá siempre ser grande;

grande “en el infortunio, grande en la gloria y grande”

entre todas las nobles y gloriosas naciones.

En Francia se inspiraron nuestros Libertadores

y sus hombres de letras nos dieron el sustento,

para nuestras acciones y nuestro pensamiento.

Voltaire, Renán, Rousseau,

Verlaine, Rimbaud...

y el genio de los genios, por cuanto a Dios le plugo

que en Francia y sólo en Francia...naciera Víctor Hugo.

Yo debía un canto a Francia;

¿ quién que haya sido... no debió un canto a Francia?

JOSE TRINO CAMPOS.