Fecha: 09.09.2011

Autor: Dora Mejia Otálvaro

Asunto: Saludo


Qué bendición del cielo es haber cruzado por el mundo, en el mismo instante cuando el maestro Trino Campos, hacía su periplo iluminado. Haberle conocido, tener su sincera amistad, compartir su muy bello trabajo literario es ser afortunado en grado sumo. Tomar la mano de este gran poeta es haber logrado llegar al Olimpo imaginado y con todos los espíritus del aire hacer coro para decirle: gracias maestro por haberme permitido acercarme a su generoso corazón y a la luminosidad de su alma.

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